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Iván Pastor dice adiós a la clase RS:X

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 El final del mundial celebrado en Cádiz cierra también la “era” olímpica de un gran regatista nacional, Iván Pastor, que se despide de una importante y larga etapa rodeado de amigos.

Una despedida con sonrisa para la mayoría de la flota, que ya cuenta los días para su reencuentro en aguas niponas, y en la que, además, la gran familia de la clase RS:X y la vela española despedían de forma especial a Iván Pastor, que cierra con este mundial su “era” olímpica.

El santapolero ha formado parte del equipo preolímpico español hasta la designación, hace unas semanas, de Ángel Granda como representante en Tokio para la clase RS:X. Iván Pastor no podría igualar a Josele Doreste en número de Juegos Olímpicos en su haber, pero sabía que podía cerrar con satisfacción no ya su etapa olímpica, sino su “era”, tras haber acudido bajo los colores nacionales a los Juegos de Atenas 2004, Pekin 2008, Londres 2012 y Rio 2016.

Con muchos planes de futuro y sin colgar el arnés aunque se despida del RS:X, Pastor ha cerrado un capítulo de su aportación al deporte rodeado de amigos y con una entrenadora de lujo. Porque él quería decir adiós en este mundial, en una bahía que es como su casa, pero el entrenador de su club no podía acudir y se veía obligado a venir solo. No contaba Iván Pastor con que sus amigos no lo iban a dejar solo y Marina Alabau, nuestra medalla de oro en RS:X en Londres 2012, se ofreció para compartir como entrenadora su última competición.

Siempre competitivo, siempre buscando mejorar, Iván Pastor no podía quedarse sin hacer un balance de esta última actuación: “Había venido a este campeonato del mundo para despedirme de este ciclo y la verdad es que me he quedado un poco “vaya”. Me hubiera gustado hacerlo mejor, pero el material que llevaba y las condiciones no me han ido bien, además, ayer me hice daño en la rodilla y me tuve que retirar. Por eso no he salido en esta última jornada: para no hacerme más daño”.

A partir de aquí, ya fija su mirada en el futuro y nos desvela algunos de los proyectos que han suplantado su sueño olímpico: “Ahora tengo otros planes: descansar bastante, que lo necesito y llevo 20 años sin parar dando una buena paliza a mi cuerpo.

Me gustaría navegar en IQ Foil, donde ya he competido, y me gustaría seguir, aunque de momento no en campaña olímpica para Paris. Aunque sí quiero estar en la clase, incluso como entrenador. Tenemos un centro de entrenamientos en Santa Pola y me gustaría darle una vuelta de tuerca, y también dedicar más tiempo a la familia.

Lo que quiero es estar siempre ligado al deporte que es lo que me apasiona, lo que me gusta; no se cómo lo haré, pero voy a estar ahí”.

Buena proa para uno de los regatistas con más recorrido olímpico y más carismáticos de la vela española.

 

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