VIAJES

Vive el verno con Roadsurfer

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Hay viajes que empiezan antes de arrancar el motor. Cuando Roadsurfer nos dejó una VW California para recorrer el País Vasco, supimos que la aventura ya estaba en marcha. Unas tablas, un par de cometas, unas ganas tremendas de surfear y la carretera abierta delante. ¿Qué más se puede pedir?

La furgo, equipada hasta arriba para la vida nómada, se convirtió en nuestra casa sobre ruedas: cocina, cama cómoda, ducha exterior... todo pensado para que lo único que tuviéramos que buscar fueran olas y viento. Libertad pura, al ritmo del mar.

Primera parada: San Sebastián. Aunque el swell no estaba del todo perfecto, disfrutar de la ciudad, su playa de la Zurriola y el ambientazo surfero ya mereció la pena. De ahí, nos movimos a Hondarribia, una joya entre mar y montaña donde la furgo nos permitió despertar prácticamente a pie de playa.

Cruzamos la frontera buscando más acción: Anglet y Hossegor no defraudaron. Sesiones de surf con buenas condiciones, solazo y baños épicos. Cuando el viento se levantó, sacamos las cometas y cambiamos el ritmo: kitesurf en spots increíbles, sin prisas, sin horarios.

Cada noche la furgo nos esperaba: cocinar algo sencillo, compartir historias del día, dormir escuchando el océano. No hay hotel que iguale esa sensación de libertad total.

De vuelta hacia casa, todavía nos guardábamos un último regalo: pasar la noche en el Embalse de Yesa, un paraje mágico donde el agua y las montañas te envuelven en silencio. Amanecer allí fue el broche perfecto a unos días que difícilmente olvidaremos.

Viajar en furgo es otra manera de entender el tiempo y el movimiento. No se trata solo de llegar, sino de disfrutar del camino. Gracias a Roadsurfer por ponérnoslo tan fácil. Repetiremos seguro.

¡Nos vemos en la carretera!

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